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¿Por qué Creer en el Cristianismo por Encima de las Otras Religiones?


 

 

 

Con frecuencia, los críticos preguntan por qué el cristianismo es mejor que cualquier otra religión en el mundo. Después de todo, de todas las religiones que existen, ¿cómo puede ser que sólo el cristianismo es el verdadero? Si Dios existe, ¿por qué no pudo usar otras religiones? Después de todo, ¿no todos los caminos conducen a Dios? Los escépticos hacen esta clase de preguntas en todo tiempo, y desafortunadamente pocos cristianos les responden. Por lo tanto, en un intento de demostrar por qué el cristianismo es verdadero y todos los demás sistemas religiosos –llámense islam, catolicismo romano, testigos de Jehová, mormones, etc. se ha preparado la siguiente lista de razones que demuestran la superioridad del cristianismo.

Existen Cosas Como las Verdades Absolutas

Si la verdad es relativa, entonces la declaración de que la verdad es relativa es una verdad absoluta y sería una afirmación contraria validando así, que la verdad no es relativa. Pero si la verdad es absoluta, entonces la declaración, «la verdad es absoluta» es verdadera y no sería contraria. Es cierto que la verdad existe. Es cierto que la verdad no se contradice a sí misma como hemos visto. De hecho, es totalmente cierto que usted está leyendo este artículo.

Si podemos ver que en el mundo existe algo como la verdad, podríamos también ver que puede existir una verdad espiritual. No es para nada absurdo creer en los absolutos espirituales más de lo que creemos en los absolutos lógicos. Aún, la declaración de que todas las religiones llevan a Dios es una declaración sostenida como un absoluto espiritual por muchas personas. Esto, simplemente demuestra que las personas creer en la verdad espiritual. ¿Por qué? Porque la verdad existe. Sin embargo, no todo lo que se cree que es cierto es realmente cierto. Además, los sistemas de creencias no pueden ser ciertos debido a que con frecuencia estos se contradicen entre sí de formas profundas y la verdad no es contradictoria.

Las Religiones se Contradicen Entre sí, por lo Tanto, Estas no Pueden Todas Verdaderas

El mormonismo enseña que existen muchos dioses y que usted puede convertirse en uno de ellos. El cristianismo enseña que existe un solo Dios y que usted no puede convertirse en dios. El islam enseña que Jesús no es Dios en carne, mientras que el cristianismo sí lo hace. Jesús no puede ser al mismo tiempo Dios y dejar de serlo. Algunas religiones enseñan que reencarnamos, mientras que otras, no lo enseñan. Algunas enseñan que el infierno existe, y otras que no. Estas no pueden ser todas verdaderas. Si no pueden ser verdaderas, entonces, no todas las religiones conducen a Dios. Aún más, esto significa que algunas religiones, son al menos falsas en sus afirmaciones de que revelan al Dios verdadero o a dioses. Recuerde que la verdad no se contradice a sí misma. Si Dios existe, Él no instituiría sistemas de creencias mutuamente excluyentes y contradictorias en un intento de hacer que las personas crean en Él. Dios no es Dios de confusión:

«Porque Dios no es Dios de confusión, sino de paz, como en todas las iglesias de los santos» (1ª Corintios 14:33).

Por lo tanto, es razonable creer que puede existir una verdad espiritual absoluta y que no todos los sistemas pueden ser verdaderos sin importar si estos afirman que son verdaderos. Tiene que haber mucho más que una simple afirmación.

La Profecía Cumplida con Relación a Jesús

Aunque existen otras religiones que tienen profecías, ninguna de estas son 100% exactas como lo es la Biblia y ninguna de estas señala a alguien como Jesús, quien hizo afirmaciones asombrosas y llevó a cabo obras increíbles. El Antiguo Pacto fue escrito cientos de años antes de que Jesús naciera y aun así, el Antiguo Pacto profetizó muchas cosas acerca de Jesús. Esta es, indudablemente, evidencia de la influencia divina en la Biblia.

En el siguiente cuadro, analice por favor, algunas de las muchas profecías cumplidas sólo en Jesús:

El cumplimiento de la profecía puede tener explicaciones diferentes. Algunos afirman que el Nuevo Pacto fue escrito y cambiado para hacer parecer que Jesús cumplió la profecía del Viejo Pacto (pero hasta ahora NO existe ninguna evidencia de esto). Otros declaran que las profecías son tan imprecisas que no deben tenerse en cuenta (pero muchas de las profecías no son para nada imprecisas.) Claro está, que es posible que Dios inspirara a los escritores y que Jesús, el cual es Dios encarnado, cumplió todas estas profecías como una demostración posterior de la validez del cristianismo.

Las Afirmaciones y las Obras de Dios

El cristianismo afirma que Dios fue el autor de este. Claro está, que por el simple hecho de afirmarlo no lo hace cierto. Todos pueden afirmar cosas, pero apoyarlas es algo totalmente diferente.

  • Jesús usó el Nombre Divino para Él mismo:
    • «Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: antes que Abraham naciera, yo soy» (Juan 8:58).
  • El mismo Nombre Divino fue usado por Dios cuando Moisés le preguntó cuál era Su Nombre:
    • «Y dijo Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y añadió: Así dirás a los hijos de Israel: «YO SOY me ha enviado a vosotros» (Éxodo 3:14).
  • Jesús dijo que Él hacía todo lo que veía hacer al Padre:
    • «Por eso Jesús, respondiendo, les decía: En verdad, en verdad os digo que el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que hace el Padre, eso también hace el Hijo de igual manera» (Juan 5:19).
  • Afirmó ser uno con Dios el Padre:
    • «30 Yo y el Padre somos uno. 38 pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed las obras; para que sepáis y entendáis que el Padre está en mí y yo en el Padre» (Juan 10:30, 38).
  • Jesús fue llamado Dios por Sus discípulos:
    • «En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios, Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad» (Juan 1:1, 14).
    • «Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen» (Juan 10:27)
    • «Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él» (Colosenses 2:9).

Debido a la ausencia de alternativas, si Dios se encarnó en la persona de Jesús, entonces, todo lo que Él dijo e hizo deberá ser verdadero. Debido a que Jesús dijo que Él sólo es el camino, la verdad y la vida y que nadie puede llegar a Dios sin Él: «Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí»(Juan 14:6). Entonces, Sus palabras se vuelven muy importantes.

Una vez más, hacer una afirmación es una cosa. Apoyarla es otra. ¿Apoyó Jesús Sus palabras fantásticas con obras maravillosas?

  • Jesús cambió el agua en vino:
    • «Y había allí seis tinajas de piedra, puestas para ser usadas en el rito de la purificación de los judíos; en cada una cabían dos o tres cántaros. 7 Jesús les dijo: Llenad de agua las tinajas. Y las llenaron hasta el borde. 8 Entonces les dijo: Sacad ahora un poco y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. 9 Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, y como no sabía de dónde era (pero los que servían, que habían sacado el agua, lo sabían), el maestresala llamó al novio, 10 y le dijo: Todo hombre sirve primero el vino bueno, y cuando ya han tomado bastante, entonces el inferior; pero tú has guardado hasta ahora el vino bueno» (Juan 2:6-10).
  • Jesús echó fuera demonios:
    • «Cuando llegó al otro lado, a la tierra de los gadarenos, le salieron al encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, violentos en extremo, de manera que nadie podía pasar por aquel camino. 29 Y gritaron, diciendo: ¿Qué tenemos que ver contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes del tiempo? 30 A cierta distancia de ellos había una piara de muchos cerdos paciendo; 31 y los demonios le rogaban, diciendo: Si vas a echarnos fuera, mándanos a la piara de cerdos. 32 Entonces Él les dijo: ¡Id! Y ellos salieron y entraron en los cerdos; y he aquí que la piara entera se precipitó por un despeñadero al mar, y perecieron en las aguas» (Mateo 8:28-32 – Leer, Mateo 15:22-28).
  • Jesús sanó leprosos:
    • «Y extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante quedó limpio de su lepra» (Mateo 8:3).
    • «Cuando Él los vio, les dijo: Id y mostraos a los sacerdotes. Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios» (Lucas 17:14).
  • Jesús sanó enfermedades:
    • «Y Jesús iba por toda Galilea, enseñando en sus sinagogas y proclamando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 24 Y se extendió su fama por toda Siria; y traían a Él todos los que estaban enfermos, afectados con diversas enfermedades y dolores, endemoniados, epilépticos y paralíticos; y Él los sanaba» (Mateo 4:23-24).
    • «Descendió con ellos y se detuvo en un lugar llano; y había una gran multitud de sus discípulos, y una gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, 18 que habían ido para oírle y para ser sanados de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos eran curados. 19 Y toda la multitud procuraba tocarle, porque de Él salía un poder que a todos sanaba» (Lucas 6:17-19).
  • Jesús sanó al paralítico:
  • Jesús resucitó a los muertos:
    • «Pero cuando habían echado fuera a la gente, Él entró y la tomó de la mano; y la niña se levantó» (Mateo 9:25).
    • «Habiendo dicho esto, gritó con fuerte voz: ¡Lázaro, ven fuera! 44 Y el que había muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadlo, y dejadlo ir» (Juan 11:43-44).
  • Jesús restauró la vista al ciego:
    • «Al irse Jesús de allí, dos ciegos le siguieron, gritando y diciendo: ¡Hijo de David, ten misericordia de nosotros! 28 Y después de haber entrado en la casa, se acercaron a Él los ciegos, y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos le respondieron: Sí, Señor. 29 Entonces les tocó los ojos, diciendo: Hágase en vosotros según vuestra fe. 30 Y se les abrieron los ojos. Y Jesús les advirtió rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa» (Mateo 9:27-30 – Leer, Juan 9:1-7).
  • Jesús sanó a un sordomudo:
    • «Y le trajeron a uno que era sordo y que hablaba con dificultad, y le rogaron que pusiera la mano sobre él. 33 Entonces Jesús, tomándolo aparte de la multitud, a solas, le metió los dedos en los oídos, y escupiendo, le tocó la lengua con la saliva; 34 y levantando los ojos al cielo, suspiró profundamente y le dijo: ¡Effatá!, esto es: ¡Ábrete! 35 Y al instante se abrieron sus oídos, y desapareció el impedimento de su lengua, y hablaba con claridad» (Marcos 7:32-35).
  • Jesús alimentó a cinco mil:
  • Jesús alimentó a cuatro mil:
  • Jesús caminó sobre el agua:
    • «Y a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. 26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, y decían: ¡Es un fantasma! Y de miedo, se pusieron a gritar. 27 Pero enseguida Jesús les habló, diciendo: Tened ánimo, soy yo; no temáis» (Mateo 14:25-27).
  • Jesús calmó una tormenta con una orden:
    • «Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: ¡Cálmate, sosiégate! Y el viento cesó, y sobrevino una gran calma» (Marcos 4:39 – Leer, Mateo 8:22-27).
  • Jesús resucitó de entre los muertos:
    • «Mirad mis manos y mis pies, que soy yo mismo; palpadme y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo» (Lucas 24:39).
    • «Luego dijo a Tomás: Acerca aquí tu dedo, y mira mis manos; extiende aquí tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente» (Juan 20:27).
  • Jesús se les apareció a Sus discípulos después de resucitado:
    • «Entonces, al atardecer de aquel día, el primero de la semana, y estando cerradas las puertas del lugar donde los discípulos se encontraban por miedo a los judíos, Jesús vino y se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros» (Juan 20:19).

Los testigos registraron los milagros de Jesús y los evangelios han sido transmitidos de forma fidedigna a nosotros. Por lo tanto, podemos creer todo lo que Jesús dijo acerca de Él por dos razones:

  1. Porque lo que Él dijo e hizo está de acuerdo con el Antiguo Testamento;
  2. Porque Jesús realizó muchos milagros convincentes en frente de personas que testificaron y escribieron acerca de los que ellos le vieron hacer a Él.

La Resurrección de Cristo

Dentro del cristianismo, la resurrección de vital importancia. Sin la resurrección nuestra fe sería vana:

  • «Y si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, y vana también vuestra fe» (1ª Corintios 15:14).

La resurrección de Jesús fue la que cambió la vida de los discípulos. Después que Jesús fue crucificado, los discípulos se alejaron y escondieron. Pero cuando vieron al Señor resucitado, supieron que todo lo que Jesús había dicho y hecho probó que Él era Dios encarnado, el Salvador.

Ningún otro líder religioso o gran profeta humano ha muerto al frente de sus verdugos entrenados, tuvo guardias en su tumba y resucitó al tercer día apareciéndosele a muchas personas. Esta resurrección es prueba de quién es Jesús y que Él llevó a cabo lo que se propuso hacer: Suministrar el único medio de redención a la humanidad.

Buda, Mahoma, Confucio, Krishna, etc. todos ellos vieron corrupción y sus huesos y polvo se encuentran en sus tumbas. Pero sólo Jesús resucitó físicamente de la muerte con el mismo cuerpo con el que murió; el único que caminó sobre el agua, que afirmó ser Dios y resucitó a otros de la muerte. Él es el único conquistador de la muerte. ¿Por qué creer en alguien más? ¿Por qué creer en alguien que está muerto, que no ha sido resucitado cuando tenemos a un Mesías que es más grande que la misma muerte?

Conclusión

¿Por qué alguien deberá creer en el cristianismo por encima del islam, el budismo, el mormonismo, la Organización La Atalaya, o cualquier otra cosa? Se debe a que existen verdades absolutas, porque sólo en el cristianismo existen profecías divinamente cumplidas de un Mesías que vino y volverá. Sólo en el cristianismo tenemos la transmisión extremadamente veraz de los documentos de los testigos (los evangelios) para que creamos que estos fueron escritos originalmente. Sólo en el cristianismo tenemos a la persona de Cristo que afirmó ser Dios, llevó a cabo muchos milagros para probar Su afirmación de Su divinidad, que murió y resucitó de entre los muertos y que Él sólo ha dicho que es el camino, la verdad y la vida: «Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí» (Juan 14:6). Todo esto le agrega legitimidad y credibilidad al cristianismo por encima de todas las otras religiones: Y todo esto porque el cristianismo está basado en la persona de Jesús. Si resulta que todo lo que se dice de Jesús –acerca de lo que dijo e hizo– es verdadero, entonces, todas las otras religiones, organizaciones, son falsas porque Jesús dijo que Él sólo es el camino, la verdad y la vida y que NADIE puede llegar al Padre, excepto a través de Él (Juan 14:6). No sería posible que siendo Jesús el único camino, la única verdad y el único que da vida, las otras religiones sean verdaderas.

O Jesús es verdadero y las otras religiones son falsas, o las otras religiones son verdaderas y Jesús es falso. No existen otras opciones. ¡Escojo seguir al Señor Jesús resucitado!

 

Por: Matt Slick

¿Y qué de los Apócrifos del Antiguo Testamento?



Mientras escribo estas lineas estoy siendo llamado a responder a un católico acerca de este tema, y decidí no sólo responderle sino dejar un artículo que se pueda consultar, con argumentos sólidos acerca de un tema tan relevante. Quizá alguno piense que los apócrifos del Antiguo Testamento (A.T.) no sea algo como para desvelarse, pero al tomarlos en cuenta se puede tener un puñado de doctrinas que sabemos no pueden ser sanas.
Los libros apócrifos del A.T. o deuterocanónicos (del segundo canon), como soslayan otros, no fueron excluidos de la Biblia por orden o recomendación de Lutero, como erróneamente se ha afirmado. De hecho, todo comentario de Lutero al respecto es simplemente efecto de la no aceptación previa, incluso mucho antes de que la iglesia católica se haya instaurado. Pero el tema es de ineterés considerando que en estos libros se destacan una seria de afirmaciones que o bien son exageraciones o en un peor caso, desviaciones a doctrinas fundamentales en la Escritura. Por eso es nuestro deber recalcar el porqué de la no aceptación de estos libros, los cuales son 1 y 2 de Esdras, Tobías, Judith, El descanso de Esther, la Sabiduría de Salomón, Siríaco, (también llamado Eclesiástico), Baruch, La Carta de Jeremías, El Canto de los Tres Jóvenes, Susanna, Bel y el Dragón, los agregados a Daniel, la Oración de Manases, y 1 y 2 de Macabeos.
Uno de los argumentos en contra que tienen los que apoyan estos libros es el hecho de que Jesús nunca los mencionó, un argumento si se quiere fuerte a sabiendas de que Jesús citó de muchos libros del A.T. ¿Por qué no los citaría? Alguien me refirió que el A.T. que Jesús leía contenía estos libros, pero si así fuere habría más razón de que los citara, pero nunca lo hizo.

El Testimonio de Jesús acerca de los libros del A.T.

Nuestro Señor Jesús habló muchas veces de los libros del A.T., pero nunca citó alguno de éstos. Y más interesante es el hecho de que Jesús hablara del A.T. en su conjunto tal como lo hacían los hebreos. Una muestra de esto está en Lc. 24:44 donde dice: “Estas son las palabras que os hablé estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos.”
Aquí Jesús menciona la Biblia hebrea: la Ley de Moisés, los Profetas y los Salmos. Si usted quiere creer en la Biblia debe tomar muy seriamente estas afirmaciones. Pero hay más: ¿Qué ocurriría si Jesús sólo aceptara los libros del A.T. desde Génesis hasta Malaquías? Si esto fuere así es obvio que los deuterocanónicos o apócrifos no tendrían cabida en la Biblia (como de hecho ocurre con las Biblias protestantes), y la iglesia católica debería excluir estos libros de su Biblia. Pero quizá para sorpresa de muchos Jesús sí veía el A.T. como las iglesias protestantes: desde Génesis hasta Malaquías. Lea conmigo:
“… desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías…” (Lc. 11:51)

¿Leyó bien? Desde Abel (Génesis) hasta Zacarías, ¡los extremos de la Biblia para Jesús! En el canon hebreo el libro de Génesis era el primer libro, y el último era 2Crónicas, donde se relata la muerte de Zacarías (2Cr 24:21), que en nuestras Biblias equivale a desde Génesis hasta Malaquías. Tal es la apreciación del teólogo Charles Ryrie en su “Teología Básica”, que dice:
“Aquí el Señor afirmó algo definitivo tocante a la extensión del canon del Antiguo Testamento que El aceptaba. Al condenar a los líderes del pueblo judío por matar a los mensajeros de Dios a través de su historia, El los acusó de ser culpables de derramar la sangre de todos los justos desde Abel hasta Zacarías. Ahora bien, el homicidio de Abel se narra en Génesis 4, y el de Zacarías en 2 Crónicas 24, que fue el último libro en el arreglo del canon hebreo (como Malaquías lo es en nuestro arreglo). Así que el Señor estaba diciendo: “Desde el primer homicidio registrado en el Antiguo Testamento hasta el último”. Ahora bien, por supuesto que hubo otros homicidios de mensajeros de Dios que se relatan en los libros apócrifos, pero el Señor no los tomó en cuenta. Evidentemente El no consideraba que los apócrifos tuviesen igual autoridad que los libros de Génesis a 2 Crónicas.”

Esto da por sentado que no hay posibilidad alguna de incluir estos libros que la iglesia católica apoya.

¿Haríamos caso a los judíos?

Pero, dado que los argumentos expuestos radican en que fueron los judíos quienes nunca los aceptaron, alguno podría decir que éstos se podrían equivocar respecto a los libros del mismo modo como se equivocaron con Jesús. ¿Es posible? No. Tendríamos que suponer con esto que Jesús también se equivocó, lo cual es imposible. Pero surge la pregunta: ¿podrían tener razón los judíos acerca de los libros? ¿A quién obedeceríamos luego de tanta historia, al catolicismo o a los hebreos? Para responder a ello dejémos que la Biblia nos hable:
“¿Qué ventaja tiene, pues, el judío?… De mucho, en todos los aspectos. Primero, ciertamente, porque les ha sido confiada la palabra de Dios.” (Rom. 3:2)

¡Esta es la piedra de tranca!
¿Cuál es la escritura correcta? ¿Debemos incluir los apócrifos? La respuesta es clara como el agua: si los judíos la tomaron debemos incluirlos, porque a ellos de les confió. El problema es que no los tomaban en cuenta en lo que era La Escritura. No dudo que estos libros hayan sido de consulta por algún valor histórico o referencial, pero no hay duda de que no formaban parte de los libros sagrados para los hebreos. Eso debe reconocerlo cualquier católico, aun pese a lo que en vano enseña la iglesia católica. En esto también piensa Charles Hodge en su “Teología Sistemática” al afirmar:
“¿Qué libros tienen derecho a un lugar en el canon, o regla de fe y práctica? Los romanistas responden a la pregunta diciendo que todos aquellos que la Iglesia ha decidido que son divinos en su origen, y ningunos otros, deben ser recibidos como tales. Los protestantes replican diciendo que por lo que al Nuevo Testamento respecta, sólo aquellos libros que Cristo y sus Apóstoles reconocieron como la Palabra Escrita de Dios tienen derecho a ser considerados canónicos.”

La diferencia es clara: en el catolicismo se le da valor a la opinión de la Iglesia (católica, por supuesto), es decir, lo que a ellos les parece. En cambio nosotros lo hacemos según Jesús y los apóstoles, como ya se ha visto. Así que, respetamos el deseo de cada quién de tomar estos libros apócrifos y basar su doctrina en ellos, pero siquiera Jesús lo hizo, ni los apóstoles, ¿lo haré yo?

¿La septuaginta? ¿Y qué?

Algunos católicos suelen apelar a la septuaginta para intentar mostrar la validez de los apócrifos, alegando que si fueron traducidos es porque los judíos los consideraban canónicos. Pero, que sean traducidos no le confieren carácter de canonicidad.
Para los que no saben, la septuaginta es la traducción al griego de las escrituras hebreas, y no solamente los libros canónicos sino otros de gran valor cultural. EL motivo de hacer tal traducción fue el de compilar en una biblioteca las más resaltantes escrituras de los judíos.
Pedro Puigvert compiló un libro sobre hermenéutica llamado “Cómo llegó la Biblia hasta nosotros”. Allí cuenta lo siguiente:
«La versión de los setenta fue una edición compuesta por motivos culturales, no religiosos. Tolomeo II Filadelfo quería reunir en la famosa biblioteca de Alejandría la sabiduría de todo el mundo antiguo y mandó ordenar la traducción al griego de todos los libros existentes en hebreo o escritos por los hebreos, de modo que pudiera disponer de todo el acervo cultural judío.»
Así que, de haber estado en la septuaginta no equivale a nada, ello no le coloca el estatus de canónico, por lo que repito: Si era canónico, ¿por qué Jesús no lo citó como escritura inspirada? De hecho, muchos padres de la iglesia los tacharon y condenaron, aunque su lectura fuere popular, importando poco que hubieren sido traducidos en la septuaginta.

Un Hecho Significativo: El Porqué

Es bien sabido que la canonicidad no se otorga por aparecer o no en el Nuevo Testamento, porque ya sabemos que fue a los judíos a los que se les dio las Escrituras y fueron ellos quienes no las incluyeron, y en base a esto enseñó Jesús. Sin embargo, algunos quizá discrepen por el hecho de que hay autores del NT que citaron estos libros, como por ejemplo el escritor de Hebreos en 11:35 que cita 2Macabeos. Hay un libro denominado “Respuestas a las Sectas” escrito por Norman Geisler y Ron Rhodes, donde hablan destacan este punto:
“El hecho de que en el Nuevo Testamento a menudo tome citas del Antiguo Testamento griego (la Septuaginta) de ninguna manera prueba que los libros apócrifos contenidos en manuscritos griegos del Antiguo Testamento sean inspirados.”

Y esto es una gran verdad. De hecho, aun la Iglesia católica rechaza el libro de Enoc, el cual es citado en Judas 14-15. Y eso no es todo: Pablo cita a poetas griegos en sus cartas (Hch, 17:28, Tit 1:12, 1Cor 15:33), y todos sabemos que tales libros de estos poetas no están inspirados. Conclusión: el citarlos por parte de los apóstoles tampoco garantiza que deban ser incluidos en el canon.
Bendiciones.
por Juan Valles |
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