Cinco Indicadores de un corazón perverso

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Corazones perversos vs. Pecadores Ordinarios

Como consejeros cristianos, pastores o buenos samaritanos a veces tenemos dificultad en discernir entre un corazón perverso y un pecador ordinario quien ha cometido errores, quien no es perfecto y está lleno de fallas y pecados.

Creo que una de las razones por las cuales no percibimos la maldad es por que no cuesta creer que individuos perversos en verdad existan. No podemos imaginar a alguien engañandonos sin remordimiento de conciencia, lastimando a otros sin pena, levantando acusaciones falsas para arruinar la reputación de alguien o pretendiendo que él o ella sea una persona espiritualmente comprometido aún a pesar de no tener temor a Dios.

La Biblia claramente nos dice que entre el pueblo de Dios rondan lobos disfrazados de ovejas (Jeremías 23;14; Tito 1:10; Apocalipsis 2.2). Es verdad que todos los corazones humanos tienen una inclinación hacia el pecado (Romanos 3:23), y eso incluye la maldad (Génesis 8:21; Santiago 1:4). Todos nosotros fracasamos en alcanzar la perfecta marca moral de Dios, sin embargo, la mayoría de los pecadores ordinarios no se complacen voluntariamente a los impulsos perversos del pecado, así como tampoco, se sienten en paz con tales sentimientos. Se sienten avergonzados y culpables por buena razón (Romanos 7:19-21). Tales cosas no son verdaderas en el corazón perverso.

A continuación, presentamos cinco indicadores que demuestran que puedas estar lidiando con un corazón perverso en lugar de un corazón pecaminoso.

1. Corazones perversos son expertos en crear confusión y contiendas.

Ellos voltean los hechos, engañan, mienten, evitan hablar con responsabilidad, niegan la realidad, fabrican historias, retienen información. (Salmos 5:8; 10:7; 58:3; 109:2-5; 140:2; Proverbios 6:13; 14; 6:18; 19; 12:13; 16:20; 16:27:28; 30:14; Job 15:35; Jeremías 18:18; Nehemías 6:8; Miqueas 2:1; Mateo 12:3435; Hechos 6:11-13; 2 Pedro 3:16).

Corazones perversos son expertos en engañar a otros con sus palabras halagantes y su habla persuasiva.

Pero si ves el fruto de sus vidas o los resultados de sus palabras, encontrarás que no hay ninguna evidencia verdadera de un crecimiento espiritual o siquiera de un cambio. Todo es solamente una pantalla de humo. (Salmo 50:19; 52:2-3; 57:4; 59:7; 101:7; Proverbios 12:5; 26:23-26; 26:28; Job 20:12; Jeremías 12:6; Mateo 26:59; Hechos 6:11-13; Romanos 16:17-18; 2 Corintios 11:13-14; 2 Timoteo 3:2-5; 3:13; Tito 1:10-16).

2. Corazones perversos demandan y anhelan atención y su mayor autoridad es su propia referencia.

No aceptan la retroalimentación, ni la crítica constructiva, y hacen sus propias reglas. Adaptan las escrituras para su propia ventaja pero ignoran y rechazan los pasajes que requieren la auto-corrección y el arrepentimiento. (Romanos 2:8; Salmo 10; 36:1-4; 50:16-22; 54:5-6; 73:6-9;Proverbios 21:24; Jueces 1:8-16).

3. Corazones perversos juegan con las buenas intenciones de la gente y los hacen sentir mal.

Siempre quieren que se les perdone pero nunca perdonan. Quieren cariño, perdón, y comprensión de aquellos a quienes ellos mismos han lastimado sin empatía por el dolor que han causado y sin ninguna intención real de hacer enmiendas para reparar el daño causado. (Proverbios 21:10; 1 Pedro 2:16; Jueces 1:4).

4. Corazones perversos no tienen conciencia ni remordimiento.

No tienen ningún tipo de lucha entre lo bueno y lo malo, al contrario, se jactan de esto como si fuera característica de un buen carácter. (Proverbios 2:12-15; 10:23; 12;10; 21:27-29; Isaias 32:6; Romanos 1:30; 2 Corintios 11:13-15).

¿Conoces a alguien así?

Si tienes alguna interacción con alguien que tiene estas caracteristicas, es importante que se los hagas saber. Debes de identificar e intentar corregir. Mientras más dejes que sigan tomando ventaja de las personas y de ti mismo más daño será hecho, puesto que ellos quieren creer que:

Sus horribles acciones no tendrán serias o dolorosas consecuencias.

Cuando dicen: “lo siento” ellos te ven como el pastor o el consejero cristiano para que seas su abogado en contra de la persona que ellos mismos dañaron. Piensan que ser amables con ellos significa que son inmunes a las consecuencias y responsabilidades de sus acciones y sus pecados. Ellos creen que el perdón les da derechos de reconciliación y pondrán presión hasta que tu y las personas que lastimaron acepten sus condiciones.

La Biblia nos advierte en Isaías 26:10 “Aunque se le muestre piedad al impío, no aprende justicia; obra injustamente en tierra de rectitud, y no ve la majestad del SEÑOR.” La Biblia nos dice que solo platicar no siempre despierta a la gente de su ceguera sino que apenas las consecuencias dolorosas podrían, Jesús no despertó a los fariseos con su habla así como tampoco Caín fue impactado por el consejo de Dios (Génesis 4). De la misma manera, la Biblia nos demuestra que cuando alguien en verdad se arrepiente por el dolor que han causado, él o ella están más que dispuestos a corregir sus errores y enmendar los daños a quienes han lastimado con su pecado (mira la respuesta de Zaqueo cuando se arrepintió de su avaricia en el libro de (Lucas 19)

Tim Keller Escribe

“Si haz sido victima de un crimen atroz. Si has sufrido violencia y el perpetrador (o siquiera el juez) dice: “¿no podíamos dejarlo pasar?” Tú contestarías: “No, eso sería una injusticia” Esa negación no tendría nada que ver con la amargura o la venganza. Si te han hecho daño bien sabes que a veces una disculpa no es suficiente, se requiere de algo más, algún tipo de pago debe de cobrarse para corregir las cosas.”

Como consejeros cristianos tengamos cuidado a no confabular con la maldad poniendo toda la atención solamente en la víctima haciéndola que perdone y olvide, que confíe nuevamente cuando no hay evidencia de un cambio interno. Proverbios 25:19 dice, “Como diente malo y pie que resbala es la confianza en el hombre pérfido en tiempo de angustia.”

La persona perversa también intentará hacerte creer:

Que si hablo como un cristiano creyente del evangelio soy lo que digo aunque mis acciones no vayan de acuerdo con mis palabras.

Recuerda que satanás se enmascaro como un ángel de luz (2 Corintios 11:13-15) El conoce mas de la sana doctrina de lo que tu o yo jamás conoceremos pero su corazón es perverso. ¿Porqué? Por qué aunque conoce la verdad, no cree en ella ni tampoco vive en ella. La Biblia tiene palabras severas para aquellos que sus palabras contradicen sus acciones (1 Juan 3:17-18; Jeremías 7:8-10; Santiago 1:22-26). Juan el bautista lo dijo de una mejor manera cuando amonestó a los líderes religiosos, “Por tanto, dad frutos dignos de arrepentimiento; y no comencéis a deciros a vosotros mismos: “Tenemos a Abraham por padre”, porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham de estas piedras (Lucas 3:8)

Si semana tras semana escuchas solo palabras pero no hay un cambio evidente en el caminar de la persona, tienes un motivo válido para cuestionar la relación de esa persona con Dios.

¿Puede Una Persona Malvada Realmente Cambiar?

Una parte importante de nuestra madurez espiritual como líderes yace en nuestro entrenamiento para discernir entre el bien y el mal. ¿Por qué es esto tan importante? Es importante porque la maldad usualmente pretende ser buena y sin discernimiento podemos ser fácilmente engañados (Hebreos 5:14).
Cuando confrontas la maldad es muy probable que un corazón malvado deje de tener contiendas contigo, puesto que la oscuridad odia la luz (Juan 3:20) y el corazon necio y terco rechaza la corrección (Proverbio 9:7-8). Este último resultado es mucho mejor que permitir al corazón malvado que crea que tú estás de su lado o que en realidad “no es tan malo” o que “verdaderamente lo siente” o de qué “va a cambiar” cuando la realidad es contraria.

El libro de Daniel dice: “Muchos serán purificados, emblanquecidos y refinados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos comprenderá, pero los entendidos comprenderán” (Daniel12:10), lo que nos hace preguntar, ¿crees que una persona malvada puede verdaderamente cambiar?

Contenido tomado del artículo en inglés 5 Indicators of an Evil and Wicked Heart